miércoles, 3 de agosto de 2011

Caso No.8

Una mujer de 24 años, soltera, no hijos, estudiante universitaria. Desde hace dos años mantiene relaciones sexuales con un hombre casado, vecino de ella y conocido de su familia. Maneja la fantasía que mientras tiene contacto sexual con ese hombre, otra mujer la besa y la acaricia en sus pechos. Esta imagen le intensifica el placer y la lleva a orgasmos más gratificantes. Quiere vivir esa experiencia y que no sólo quede como hasta el momento, en una simple fantasía. Incluso parece que se ha ido desarrollando una evolución de fantasía a deseo, ya que se ha fijado en una compañera de carrera que es homosexual, y piensa buscar la manera de decirle lo que ella quiere y desea, para ver si esta compañera accede, de manera que su deseo pueda hacerse realidad. Y aunque asegura no ser homosexual, entiende que si vive esa experiencia, ya a partir de ahí quizás no pueda conformarse con el sexo como siempre lo hace con su pareja actual. Quiere hablarlo con su hombre, pero sospecha que éste no querrá. Y es entonces cuando le asalta otra posibilidad que, en cierta forma, le hace temer de ella misma. Y es buscar otro hombre que sí quiera, y no tenga reparo en hacer lo que bulle en su imaginación, que ya se ha ido transformando en la fantasía-deseo que sean varios hombres a la vez.
Comentario
Este caso representa la evolución o curso que puede seguir una fantasía sexual hasta llegar a convertirse en un deseo concreto. Y además sugiere que a través de esa progresión la persona puede irse descubriendo, hasta llegar a sorprenderse de lo que hay en ella, y, en cierta forma, temerse. Es probable que, dada esa progresión, termine entregándose a todas sus fantasías, ya convertidas en hechos reales.

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